Quizás el momento de mayor eficacia y rendimiento de un ordenador sea el de la
primera vez que arranca después de instalar el sistema operativo, pero al mismo
tiempo es cuando más inútil nos resulta ya que hay muy pocas cosas que podamos
hacer con él.
Normalmente nos decantamos por la instalación de un
paquete ofimático que nos permita redactar documentos, crear hojas de cálculo y
otras cuanto miles de cosas más que probablemente nunca usemos. También
instalamos el reproductor multimedia, vamos a pasar muchas horas con nuestro
equipo, que se nos harán más llevaderas escuchando nuestra música favorita.
Claro que también habrá que poder ver películas, no todo va a ser trabajo, hay
que divertirse.
Si además nos pica el gusanillo, podemos instalar algún
juego que nos permita convertirnos en los ases del teclado, programas de
utilidad y pequeñas ''curiosidades'' que nos envían los amigos por correo, etc.,
etc.
El problema es que poco a poco vamos agotando el espacio del disco,
y cuando esto ocurre pasamos a la práctica contraria, nos cansamos de los
programas y los desinstalamos, borramos ficheros, hacemos limpieza de archivos
temporales, algún que otro mal apagado del ordenador, etc. De alguna manera
vamos ''deteriorando'' la estructura de ficheros en el disco duro, vamos
fragmentando los archivos al guardarlos.
¿Por qué se produce este
deterioro? Muy fácil, mientras el disco duro tiene suficiente espacio, la
información de los diferentes archivos, sean del tipo que sean (programas,
música, imágenes, etc.), se almacena en sectores contiguos. A medida que se
borran los ficheros y/o programas estos sectores se liberan para que puedan ser
usados para guardar otros archivos, pero ya el ordenador realiza las grabaciones
de los ficheros en diferentes sectores que estén libres y que no tienen que
estar contiguos. El problema es que cuando los ficheros están almacenados en el
disco en sectores contiguos la lectura se realiza de manera más rápida, de la
misma forma cuando en el disco hay espacio suficiente para almacenar los
archivos en sectores continuos, las escrituras son más rápidas y se pierde menos
tiempo.
En definitiva, después de esta extensa introducción, el resumen
es que cuanto mejor esté organizado nuestro disco duro, mejor y más rápido va a
trabajar el ordenador Por tanto, cuando este sistema empieza a deteriorarse
(fragmentarse) debemos empezar a plantearnos desfragmentar el disco duro.
Afortunadamente esta operación es una de las utilidades que ofrece el
sistema operativo y vamos a explicar como realizarla de manera sencilla.
2.- Consejos previos: Antes de empezar, hay que
tener en cuenta algunos consejos ya que muy a menudo suele ocurrir que el
Desfragmentador de disco se detiene a mitad del proceso vuelve a empezar. Esto
suele ocurrir por estar usando otros programas al mismo tiempo que el
desfragmentador y cada vez que el disco duro recibe la orden de grabar datos
nuevos el desfragmentador tiene que comenzar de nuevo. Es imprescindible que, en
el momento en el que el desfragmentador comience el proceso, no tengamos abierto
ningún otro programa.
A veces nos encontramos ese mismo problema si
tenemos activo un protector de pantalla, al ponerse en funcionamiento el
protector de pantalla realiza accesos al disco y el desfragmentador comienza de
nuevo, es recomendable desactivar el protector de pantalla mientras se está
realizando el proceso de desfragmentación.
Para desactivar el protector
de pantalla hay que ir al Escritorio, y hacer click con el botón derecho del
ratón sobre un espacio libre (no sobre algún icono) y elegir Propiedades en el
menú que aparece.
Ahora, en la ventana que se abre, hay que seleccionar
la pestaña
Protector de pantalla, y es dicha opción, se accede al
desplegable
Ninguno. También hay que tener en cuenta que, aparte de
desactivar el protector, hay que seleccionar pulsar en el botón
Energía
que nos desplegará otro cuadro de dialogo.
En el que debemos
seleccionar
Nunca en las listas
Pasar a inactividad y
Desactivar los discos duros. Pulsamos aceptar y ya está.
3.- Cómo ejecutar el desfragmentador: Como
en muchas otras operaciones, se puede entrar en el desfragmentador de disco duro
de varias formas.
Primera forma de acceder: - Pulsamos en
el botón de inicio de la barra de tareas.
- Seleccionamos Programas.
- Seleccionamos Accesorios.
- Seleccionamos Herramientas del
Sistema.
- Seleccionamos Desfragmentador de disco.
De manera
grafica lo podemos ver en la siguiente imagen:
Segunda forma
de acceder: Después de hacer doble click sobre el icono
MiPC
se abre un ventana con la información de nuestro PC, incluyendo las unidades de
almacenamiento.
Pinchamos con el botón derecho del ratón sobre
el disco duro que queramos desfragmentar y en el menú que se despliega elegimos
Propiedades.
Se abrirá otra ventana con diferentes
pestañas en la que tenemos que seleccionar
Herramientas.
Por último se pulsa el botón
Desfragmentar ahora.
Tercera forma de acceder: Esta tercera es una variante de
la anterior, la diferencia estriba en que se puede acceder desde una ventana del
explorador de archivos de Windows, pulsando con el botón derecho sobre la
unidad. A partir de ahí el proceso es similar al anterior.
4.- Usando el desfragmentador: Una vez que
hemos arrancado el programa por cualquiera de los tres sistema anteriormente
descritos, nos encontramos con una nueva ventana como la que aparece a
continuación:
En el caso del ejemplo vemos que nos aparece
información de las dos unidades de disco duro disponibles en el sistema,
C: y
D: , la típica barra de menú, y en la parte inferior unos
botones de acción y los códigos de color de la información que se va a
presentar. No nos vamos a extender explicando todas y cada una de las funciones
de la barra de menú, sino que nos vamos a ir directamente al grano.
Lo
primero que debemos realizar es un análisis de los disco duros que tenemos en el
sistema, esto nos permitirá conocer el grado de fragmentación de los archivos
que está grabados en el disco duro.
Para comenzar el análisis pinchamos
en la unidad que vamos a analizar (en este caso está seleccionada la unidad
C ) y pulsamos con el ratón el botón
Analizar. Veremos como en la
barra informativa de
Uso de disco aproximado antes de la fragmentación
aparece el mensaje
(C:) Analizando….
Pulsando en
el botón
Presentar Informes aparece una ventana con la información
obtenida durante el análisis, tanto de la unidad como de los archivos, y podemos
ver en la imagen su formato:
Si hemos cerrado la ventana
anterior, o en su momento pulsamos en el botón
Cerrar en el mensaje que
presentó el desfragmentador después del análisis, disponemos de toda la
información del disco de manera gráfica y en la parte inferior todos los botones
de las posibles acciones a realizar tal y como se muestra en la imagen:
Si pulsamos en el botón
Desfragmentar comienza el proceso
y aparece en la barra de
Uso de disco aproximado después de la
desfragmentación el estado del disco durante el proceso de desfragmentación,
que va variando a medida que avanza el proceso:
La operación de desfragmentación es una operación que lleva bastante
tiempo realizarla, dependiendo del tamaño libre del disco, del índice de
fragmentación de los archivos y de las características del propio equipo.
Debemos tener en cuenta que no podremos usar el ordenador durante el proceso de
fragmentación, por lo que habrá que pensar el momento más adecuado para una
desfragmentación, la hora de la comida, la hora del desayuno, mientras
realizamos cualquier otra actividad que no necesitemos el ordenador o, si fuera
necesario, por la noche mientras dormimos.
Una vez finalizada la
desfragmentación se nos presenta el siguiente mensaje:
Podremos ver un informe similar al que se nos presentó durante el
análisis de la desfragmentación del disco, pero ya con la desfragmentación
realizada,
al cerrar la ventana, o después de visualizar el
informe podemos ver la diferencia del estado del disco duro antes y después de
desfragmentarlo:
5.- Conclusiones: Una vez
que hemos finalizado el proceso, nuestro disco duro está de nuevo en perfectas
condiciones de trabajo y podemos disfrutar de él.
Debemos tener en
cuenta que es conveniente realizar de manera periódica, al menos el análisis
para verificar el grado de desfragmentación de nuestro disco duro, sobre todo
cuando lo tengamos sometido a continuas operaciones de borrado y grabación de
archivos, con mayor motivo si estos archivos son grandes, como ocurre en los
procesos de edición de video o imágenes en formatos de alta resolución tipo RAW,
o cualquier programa que use ficheros de gran tamaño y con muchas operaciones de
lectura / escritura.